viernes, 24 de enero de 2014

El despliegue

El día comenzó como casi todos, el despertador sonando a las seis y media. Una ducha, un café y salida para el despacho. Antes de entrar, parada obligada en una cafetería cercana donde mi saludo de buenos días era interpretado como: "un cortado y el periódico". Ese día tocó prensa deportiva, mi favorita por otra parte. A estas alturas del día, ya me había leído prensa económica y generalista en abundancia gracias a los medios digitales. Es evidente que hay momentos durante las labores de aseo para leer tranquilamente pero he omitido describirlo por cuestiones escatológicas. También me había dado tiempo a escuchar, en el coche, una parte de mi tertulia favorita en la emisora de radio habitual.
Eras las ocho menos cuarto y entraba en el despacho con los "deberes" hechos. Parece baladí, pero al trabajo hay que llegar con todo hecho, hay que evitar ineficiencias.
Dediqué unos minutos a hacer un inventario visual y empírica sobre la correcta cantidad, calidad y disposición de todos los medios con el fin de comprobar que no había ningún contratiempo. Había llegado la hora, el momento de empezar.

Me dirigí hacia la pizarra y empecé por plasmar el esquema de trabajo del proyecto con una escala temporal. El esquema no contenía detalles, era simple. A partir de ahora, me referiré a la empresa objeto de compra como OSMI, S.A. y la compradora como ARUA, S.A. La elección ha sido casual y no he cotejado si existen empresas con estos nombres, con lo cual toda coincidencia es eso pura coincidencia. Dicho esto, el esquema contenía los hitos siguientes:
1.      Revisión y clasificación de la documentación de OSMI
2.      Análisis de las actividades y recursos comerciales de OSMI
3.      Análisis de las actividades y recursos de producción y fabricación de OSMI
4.      Análisis de las actividades y recursos post venta de OSMI
5.      Análisis de las actividades y recursos de gestión y su control de OSMI
6.      Análisis de estructura financiera y económica de OSMI
7.      Propuesta de valoración objetiva de OSMI
8.      Propuesta de valoración sobre actividades a mejorar
9.      Propuesta de  valoración sobre actividades a eliminar
10.  Propuesta de valoración sobre actividades a incorporar
11.  Propuesta de valoración objetiva de OSMI tras la modificación de las actividades
12.  Evaluación de las actividades en diferentes escenarios
13.  Selección de escenarios probables
14.  Propuestas de valoración objetiva de OSMI en los diferentes escenarios
15.  Propuesta para ARUA.


Me recorrió un escalofrío cuando me separé de la pizarra y revisé los puntos que había escrito. Había mucho que hacer y poco tiempo. Miré al equipo de aire acondicionado y le supliqué que no se le ocurra fallar en un mes a pesar de que le iba a someter a horarios intensivos. Ese año parecía que el mes de julio iba a ser implacable y si no fuera por lo que me esperaba, mi despacho era todo un oasis.
Mientras hacía la primera revisión de la documentación llegó la hora de reunirme con los colaboradores que había designado para trabajar en este proyecto. Estuvimos analizando el esquema de la pizarra y solo planteamos un deseo, que a la vista de la documentación a analizar no tuviéramos que ampliar en demasía los hitos previstos.
En la reunión hablamos de las visitas que íbamos a tener que hacer a OSMI para cotejar diferentes cuestiones y para ampliar información sobre las actividades. Decidimos cual iba a ser el protocolo para organizar las visitas en las que necesitábamos la presencia del representante de ARUA y que nuestro objetivo fundamental era ser muy eficaces para no dedicar un segundo más de lo necesario a cuestiones superfluas.
Dicho esto cada miembro del grupo comenzó a trabajar en una parte de la fase de análisis.
De nuevo me encontraba solo en mi despacho, tenía una sensación que me hacía pensar en que me faltaba algo. En síntesis era un trabajo que habíamos hecho muchas veces, ni esto ni la presión del tiempo eran nuevos. Entonces, ¿por qué tenía esa sensación? Como no era capaz de resolver nada, decidí comenzar a revisar la documentación de OSMI.
El día transcurrió sin ninguna alteración reseñable. Eran las ocho y media de la tarde y el momento ideal para que el primer día del proyecto tocara a su fin. No había conseguido sacar de mi mente los pensamientos sobre aquello que se me estaba escapando. Era mejor confiar en que al día siguiente la mente iba a estar más fresca.
Salía en mi coche del aparcamiento mientras escuchaba en la radio un programa de variedades acorde a la programación veraniega. El locutor estaba entrevistando a un lugareño de un enclave vacacional. El hombre se trabucaba al hablar porque le vencía el deseo de explicar las innumerables bondades del sitio. En ese momento casi me salto la salida de la autovía. Supongo que mi cara parecería la de un iluminado. Había descubierto lo que me venía persiguiendo todo el día.
El proceso de análisis de OSMI no planteaba ninguna diferencia respecto a lo habitual excepto que la actividad de la empresa era muy específica, por un lado, y por otro tocaba varios servicios en uno. Diseñaba, fabricaba, vendía y tenía servicio postventa a distribuidores y clientes finales.
La propiedad de OSMI no estaba acostumbrada a participar en este proceso de venta. Era su negocio familiar y habían decidido "hacer caja" y retirarse. Era, obviamente, su primera vez.
ARUA no era la única empresa que estaba interesada en OSMI, aunque sí que mantenía las mejores relaciones. La oferta de ARUA tendría ventaja pero debía cumplir las expectativas de OSMI.
ARUA había, en el pasado, perdido oportunidades de negocio por una excesiva valoración del presente sin tener en cuenta ningún futuro probable. Sus planteamientos habían bloqueado muchas operaciones muy pero que muy rentables.
Con estas premisas el modelo de propuesta de decisión a emplear no podía ser el habitual. 
1º OSMI no iba a considerar ninguna oferta que no le explicaran las intenciones futuras sobre "su" compañía. A su vez, en OSMI no había capacidad para valorar el precio justo para su empresa; por tanto el valor de la compañía debía esta adecuadamente razonado en "su" lenguaje.
2º En ARUA no eran capaces de establecer un precio justo para la oferta que considerase una evolución futura. Por otro lado, en ARUA no se estaba dispuesto a dar a conocer sus planes para con OSMI.
3º Estaba claro, el modelo debía ser nuevo y cumplir los requisitos de OSMI y ARUA.
Parece un contrasentido, en tanto en cuanto era ARUA quien nos pagaba. En realidad el contrasentido no existía, porque si ARUA no emitía una oferta adecuada y su oportunidad de negocio se estropeaba; era la primera perjudicada.

Llegué a casa con fuerzas renovadas esperando que llegase pronto la hora de llegar, al día siguiente, a mi despacho. Había que desarrollar una herramienta que nos permitiera cumplir todas las expectativas. Una herramienta que cubriera esas tres necesidades. En definitiva, una triple herramienta.