lunes, 19 de noviembre de 2012

Despertad, ¡maldit@s!





Cada semana me propongo añadir un post en el blog que trate de evidenciar las realidades observadas y sus consecuencias en la gestión empresarial. Unos días, la inspiración viene de la mano de algo que he leído. Otros, con las musas, recurro a las experiencias propias o vivencias que otros han compartido conmigo. Dicho esto, y a pesar de que a este primer párrafo no le encuentro mayor sentido, continuo.
Trato de huir, como si de la peste se tratara, de las prácticas de adoctrinamiento generalista. ¿Mi límite?, dejar preguntas en el aire que puedan inducir a la reflexión como punta de lanza de cualquier proceso de cambio. Siempre digo que los diagnósticos deben partir del conocimiento y el análisis particular. Como no sé quién eres no puedo decirte nada concreto. A este párrafo tampoco le encuentro sentido pero voy a seguir,  a ver dónde acabo.

Los tipos de problemas empresariales, en una primera aproximación, son muy comunes en las organizaciones. Por ello, parece lógico pensar que, aquellas soluciones que han funcionado son válidas en el resto de los casos. Incluso, la lógica aumenta, si además le das un toque de sentido común que lo adapte a tu propia realidad. Hasta aquí nada que objetar, pero me remito a: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/10/en-el-arte-de-aconsejar-es-imposible.html. Ya veo que no eres consciente de tu ignorancia.
El caso es que, a pesar de todo, has tomado decisiones para poner en marcha acciones de mejora. Eres una persona tocada con un halo mágico: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/10/tienes-un-don-natural-yo-no-que-suerte.html. ¡Cuidado!, que estás pisando la capa de tu disfraz.
Claro, que tampoco, pudiste leer: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/07/voy-llamar-al-septimo-de-caballeria-o.html. Yo te creía con más ganas, ¡qué iluso puedo llegar a ser!
De tus decisiones, en el mejor de los casos, llegaste a la conclusión de que: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/07/de-las-empresas-y-sus-penas-procesos.html. Ahora sí, ahora, me quito el sombrero. ¡Tú no te lo has quitado!, pero percibo cierto olor a serrín cerebral bajo él.
Hasta aquí, resulta, que has entrado en una vorágine de pensamientos y reflexiones que están empezando a empañar tu visión del conjunto. Entonces, coges el toro por los cuernos y: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/09/los-abdominales-tableta-de-chocolate.html. ¡Eureka! Has descubierto la existencia de la rueda. Sí, yo también veo cómo se mofan de ti.
¡Toma ya! Ahora, te acabo de llamar incapaz (bueno quizás te he llamado más cosas). En este momento, una vez pasada tu fase colérica, mantienes el empeño de seguir adelante. Y claro, te calientas: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/09/a-los-canones-y-dispara-todo-lo-que-se.html. Venga, una duchita de agua fría, que es muy baratito.
Si has continuado la lectura hasta aquí, hay dos opciones. O estás quitándote las legañas, o por el contrario, estás recopilando todos los calificativos (implícitos y explícitos) que te dedico para elaborar, quizás, una contundente respuesta a mi osadía. Bueno, yo sigo a lo mío.
Voy con otro coscorrón. Es el momento de decirte: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2012/10/los-arboles-no-nos-dejan-ver-como-es.html. Ahora, sí. Tu miopía empresarial acaba de aflorar pero te pones gafas de madera. Tu esnobismo no tiene límites.
Si no has despertado ya, tienes dos problemas. Primero, que estás perdiendo el tiempo mientras te acuerdas de mi árbol genealógico. Seguro que tienes cosas más importantes que hacer. Y segundo, que nunca me llamarás. ¡Ojo!,  si me llamas para “rebautizarme” estas en el primer caso.
Si has despertado, es que tienes conciencia de que te rodean muchos problemas en tu empresa. Pero todos los problemas se resumen en dos. Primero, que estás perdiendo el tiempo mientras te acuerdas de mi árbol genealógico (por haberte provocado un estado de zozobra). ¡Deja de perder el tiempo!, seguro que tienes cosas más importantes que hacer. Y segundo, que nunca me llamarás porque vas aplicar a tu organización cosas que has leído y escuchado (tan absurdas como la mía).

Mamá, si te empiezan a pitar los oídos, perdóname. Hoy mi osadía, la realidad empresarial y, un poco, las musas han sido (por este orden) los causantes. Por desgracia, para mi árbol genealógico, la semana que viene seguiré escribiendo.