Puede discutirse el hecho de que el placer de
Russell por Euclides a una edad tan temprana sea algo demasiado inusual para
hablar del Management en la empresa. Sin embargo, Russell no es el único capaz
de experimentar placer a través de la apreciación de un sistema impersonal. El
común de los mortales, en esto coincidimos tú y yo, saca partido de las
experiencias de muchas formas (en esto tú último estás un poco más lejos de
mí).
Con todo, tanto niños como adultos obtienen
satisfacción mediante la resolución de problemas, la percepción de conexiones,
el entendimiento de estructuras o el aprendizaje de nuevas técnicas. Cualquier
cosa que atenúe tu angustia por el hecho de estar rodeados de caos o que
potencie la débil sensación de control y de dominio; te da placer. Incluso los
patrones intelectuales, para la empresa, más abstractos resultan atractivos
para tus sentidos.
Te voy a reproducir un patrón abstracto: “El
amor por el método, por la interrelación, que con seguridad es la esencia más
pura del impulso intelectual, puede actuar con mayor libertad en las
matemáticas que en ninguna otra disciplina”. Bertrand Russell.
La traducción que haces es muy común, no eres
el único debilucho y pusilánime. Aplicas el patrón en tu empresa con un enorme Excel,
donde reflejas una ingente cantidad de datos (incluso relacionados) y lucecitas
verdes, rojas y amarillas. Contrariamente a lo que puedas pensar, cuando las
cosas no salen bien, el Excel no tiene la culpa. La tiene el que alimenta el
Excel erróneamente, es decir, tú. Eres como Wagner cuya concisión es
inconcebible: el efecto de su música es inseparable de su prolija duración. No
te ilusiones, que no te estoy comparando con Wagner.
En tu empresa sería menos dañino que tuvieras
un buen sistema, un buen patrón, poco desarrollado. ¿Por qué? Fácil.
En un sistema adecuado de Management, la
obtención de conclusiones depende de la relación que establezcamos entre las
cosas, del descubrimiento y del orden. Kroenecker (gran matemático) dijo: “Dios
ha hecho los números enteros: el resto es trabajo del hombre”. Por tanto las
relaciones y su orden dependen de tu capacidad, las conclusiones caerán en
cascada como por arte de magia. Busca las relaciones entre las cosas que ocurren
en tu negocio, de eso; sí sabes y mucho. Deja a la “magia” las conclusiones.
Puede que sientas que el Management, sin
importar cuál sea su interpretación, te proporciona un sistema que te hace
comprender lo que ocurre en tu empresa. El Management ordena, puesto que marca
pautas de conducta, presenta un orden que culmina en la dirección y proporciona
a los empleados la sensación de que están participando.
Ahora prueba a cambiar Management por
religión, empresa por mundo y empleados por feligreses. ¡Vaya susto que te acabas
de llevar! Tu idea del Management da miedo.
Por eso, tu empresa necesita otro tipo de Management;
pero también puedes recurrir a mirar tu cuenta de resultados para evidenciar la
misma conclusión.
Recuerda que: “Poner en práctica las mejores
prácticas, sí y solo si, mejoran la cuenta de resultados es el mejor tipo de
Management”. Álvaro Gobernado.